“Tu y Yo” no es lo mismo que “Nosotros”

Definitivamente el maestro Joaquín Sabina no se equivoca cuando dice en una de sus canciones que “2 no es igual que 1+1”. Y en otras palabras, pero con el mismo significado, la Psicología de la escuela Gestalt dice que “El todo es mayor que la suma de sus partes”. Yo, últimamente, pero supongo que proyectando a Sabina y a la Gestalt, he utilizado mucho en terapia la frase “Tu y Yo, no es lo mismo que “nosotros”.



Hago esta introducción tan redundante y retórica, para hablar sobre un tema que para muchos es el arroz nuestro de cada día, las relaciones de pareja. Historia de la humanidad versada entorno a la sociedad voluntaria formada por dos personas que se gustan físicamente, y luego dicen amarse. Algo que, desde mi punto de vista, comienza como debería continuar, y continúa como debería comenzar. Entiendo muy particularmente, que las personas primero deben conocerse y después decidir amarse, no al revés.

Sería interesante que para este nuevo año (2009), las personas que están viviendo una relación de pareja, y las que estén por formar una, se regalen un momento para reflexionar sobre el significado de relacionarse con otra persona para compartir un proyecto en común.

Generalmente, a la gente le va mal en sus relaciones de pareja porque viven reciclando formas de relacionarse aprendidas en su contexto familiar. Y si hacemos una revisión rápida de cómo le ha ido a nuestros abuelos, tíos, padres, vecinos, etc., nos daremos cuenta que sólo pocos han podido perdurar en una relación de manera eficaz y satisfactoria. Esto nos pone un tema de análisis en el tapete, pero mágicamente, seguimos haciendo lo mismo que los demás han hecho para fracasar, o sea, optamos por repetir dinámicas estúpidas de relacionarnos.

1+1, significa vivir algo de dos, pero desde el criterio personal de cada uno. Por eso es que en la consulta psicoterapéutica la gente va a externar sus puntos de vista y las cosas que le molestan del otro, en ningún momento se plantean la posibilidad de tener un punto de vista unificado, para crear una entidad que debería tener vida propia, llamada “Relación de pareja”.

Para evaluar si tu relación anda en buenos términos, observa con que frecuencia dicen tú y tu pareja la palabra “nosotros”, en vez de las palabras “tu y yo”. En el caso de que sea la primera opción, te dará un indicador de que al menos las cosas se viven en conjunto, pero si es la segunda, es porque están juntos pero separados.

Entonces, en términos sistemáticos y a modo de construcción personal (me excusan si estoy copiando a alguien que ya lo dijo, pero no es intencional, es por desconocimiento) una relación de pareja es “Una sociedad de dos personas, formada de manera voluntaria y que se rige en base a acuerdos”. Y esta sociedad es un techo que se sostiene sobre dos columnas fundamentales: La confianza y el compromiso.

Toda buena relación, antes de ser formada, debe entender esto y hacer acuerdos en conjunto para unificar los proyectos personales, en uno solo que al mismo tiempo permita que permanezca la individualidad de cada una de las personas. En otros términos, y basado en la teoría de los conjuntos que me dieron en la primaria, cuando se forma una relación de pareja se conjugan el conjunto “Persona” con el conjunto “Persona”, y cada conjunto persona trae consigo muchísimas características, tanto personales como familiares, y forman entonces un tercer conjunto llamado “Relación de pareja”. Entonces, tenemos en conclusión, tres conjuntos “Tu, yo, y nosotros”.

Si has llegado hasta este punto, es porque no te han aburrido mis teorías, y estarás haciendo una reflexión profunda de tu vida de pareja o de la relación que vas a formar. Y, no es por darle bombo a mi profesión, pero, si de verdad quieres hacer un proyecto de pareja que valga la pena, visita a un terapeuta, será el mejor regalo que le des a la familia que piensas formar, o a la que ya has formado.

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