¡Vivan las curvas!

En los últimos años el mundo de la moda ha querido transmitir la imagen de una mujer excesivamente delgada, por no decir raquítica. Parece que poco a poco se van dando cuenta de su error y en muchos pases de modelos ya no permiten que desfilen chicas que tengan una talla o peso por debajo de lo establecido.

Este empeño que han puesto en hacernos creer que no se puede ser guapa a no ser que estés como un palillo o una mesa de planchar, ha provocado que muchas chicas adolescentes e incluso mayores caigan en la terrible trampa de la bulimia o anorexia.


A ver si se va recuperando cierta cordura y dejamos de asociar la belleza y el éxito con la delgadez extrema.

Muchas mujeres tienen algún kilillo de más, y no por ello dejan de ser femeninas, guapas y atractivas. Cada una es como es.

Lo importante y fundamental es sentirse a gusto con una misma e intentar cuidarse. Ello no significa matarse de hambre o comer a mansalva, sino intentar llevar una dieta equilibrada y saludable, que nos permita comer de todo y no por ello sentirnos culpables.

Si tu metabolismo te permite comer todo lo quieras y no engordas, pues mejor que mejor, pero si por el contrario, eres de las que engorda tan sólo con mirar la comida, pues tampoco hay que obsesionarse.

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