los aromas

Llegan el buen tiempo y el calor, y con ellos un irreprimible deseo de renovación que se traslada también a los hábitos de belleza. Una vez que las lociones fluidas han sustituido a las texturas untuosas en el neceser, también los aromas frescos y ligeros triunfan sobre los perfumes de mayor intensidad.
Dentro de la clasificación de los perfumes según las familias olfativas a las que pertenecen, en la época estival triunfan los basados en notas oceánicas, los florales ligeros y los verdes o herbales, aunque también está en alza el frescor juguetón de los cítricos y los frutales en sus versiones más suaves.
Por supuesto, la intensidad del aroma que elegimos en estos meses no depende sólo de su fórmula olfativa, sino muy especialmente de la concentración por la que optemos.
UN PERFUME, CUATRO ESTACIONES
En los meses fríos los reyes son los perfumes y aguas de perfume, pero cuando suben las temperaturas éstos ceden el trono a las aguas perfumadas, desde las clásicas eaux de toilette o aguas de tocador a las colonias sin alcohol y aguas perfumadas, muy apreciadas en los últimos años ya que se emplean en todo el cuerpo y no resecan la piel.
Y es que las condiciones de la piel son fundamentales a la hora de comprobar cómo reacciona un aroma concreto sobre cada persona. ¿Sabía que el mismo perfume puede oler diferente en su piel según la estación del año en que lo use, y también durar más o menos horas?
En el caso del verano, por lo general se produce una mayor sudoración, lo que altera el PH cutáneo, y a ello se suman la exposición al sol y el deseo de estar bronceados, a veces demasiado, con una piel más seca como resultado.
Hay personas que permanecen siempre fieles al mismo aroma y prefieren no cambiarlo durante todo el año. Una buena opción en estos casos es sustituir esa fragancia por sus versiones más ligeras, o incluso guardar el perfume y optar por su versión en gel o crema corporal perfumada, de forma que la piel queda sutilmente aromatizada.
Además, es frecuente que por estas fechas las diferentes marcas saquen al mercado versiones veraniegas de sus fragancias: tanto perfumes sutilmente modificados para crear una versión más estival y refrescante pero sin perder su esencia, como la versión del perfume en agua sin alcohol.
CLÁSICOS RENOVADOS
Así, hasta los perfumes más clásicos de firmas como Chanel, Estee Lauder, Guerlain, Lancome o Calvin Klein tienen sus versiones "light": Summer Eternity, de este último, Ultraviolet Summer, de Paco Rabanne, o Jardins Romantiques Paris, de Yves Saint Laurent, son algunos ejemplos.
Pero, además, de estas interpretaciones más frescas, los perfumistas también han concebido otras fragancias con el verano como protagonista y que no son necesariamente "hermanas menores" de perfumes más intensos.
Entre ellos, también muchos merecen el título de clásico, como Parfum d“Eté y Summer, de Kenzo, las Eaux d”Ete de Issei Miyake o Burberry Summer.
Por supuesto, hay fragancias frescas y ligeras que no necesariamente han sido creadas para ser usadas sólo durante el buen tiempo pero que resultan perfectas para los meses de más calor. Quién no conoce aromas como Eau de Rochas, Aqua di Parma y Pure White Linen, o también los clásicos de Roger Gallet, la codiciada Lime Basil de Jo Malone y las muchas versiones de agua de té verde, blanco o de rosas que ofrece el mercado.
Y como cada año, con la llegada del buen tiempo se producen nuevos lanzamientos. La firma estadounidense Tocca propone Bianca, que se inspira en la experiencia de tomar el té a orillas del mar en Italia, Kenzoki presenta sus aguas de bienestar perfumadas, perfectas para todo el cuerpo y basadas en los beneficiosos principios vegetales del gengibre, el bambú, el agua de arroz y el loto y Diptyque propone el frescor de Vetyverio.
OLER COMO UN BEBÉ
Otra tendencia que gana adeptas en los últimos años son los aromas a "limpio". Si antes ese tipo de fragancia se identificaba con las colonias de bebé y de niños, desde hace un tiempo los perfumistas han logrado desarrollar fórmulas que clonan otros olores que también identificamos como limpios y frescos.
Es así como surgió la fragancia "Clean", que literalmente desprende aroma a colada recién salida de la lavadora, mientras que firmas como The Body Shop o Yankee Scents comercializan fragancias y aceites con nombres cuya traducción sería "algodón limpio", "colada secada al sol", "lluvia de verano" o "hierba recién cortada".
Como todas las tendencias, la del frescor veraniego también es trasladable a nuestro entorno, y si durante el invierno nos apetece más que al abrir la puerta nos reciban olores cálidos y envolventes, en primavera y verano agradecemos que el ambiente en casa sea más ligero, con aromas de hogar que siguen casi los mismos principios que para los perfumes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario